La clave para mantenerse joven puede ser la capacidad de tolerar el malestar en nuestra vejez, y no olvidar que nuestro cerebro está conectado a algo importante: nuestro cuerpo.
Los “superagers” (súper ancianos) son personas mayores de 65 años cuya memoria y enfoque mental son свадьба iguales a los de alguien 40 años más joven. Los científicos que estudian cómo mejorar las posibilidades de conservar la agudeza llegaron a una conclusión: trabajar duro en algo.
Las regiones críticas del cerebro —las que controlan el lenguaje, el estrés, la regulación de órganos internos y la coordinación de los cinco sentidos— muestran niveles más altos de actividad y se engrosan cuando las personas realizan tareas mentales o físicas difíciles, como torneos de bridge o natación.
“El camino al super-envejecimiento es cheap oakleys difícil”, escribió Lisa Feldman Barrett en The Times, porque nos sentimos mal cuando estas regiones cerebrales están involucradas en actividad estresante. Nos sentimos “cansados, bloqueados, frustrados. El trabajo duro te hace sentir mal en el momento”.
Salir a caminar o armar rompecabezas sencillos no es suficiente, dice Barrett. Se requiere algo de sudor y exasperación, que la gente tiende a evitar conforme envejece. A la larga, esa renuencia puede ser perjudicial para el cerebro.
“Todo el tejido fake ray bans cerebral se adelgaza por el desuso”, escribió. “Si no lo usas, lo pierdes”.
La capacidad del cerebro para formar nuevas conexiones y reaccionar al medio ambiente, conocida como neuroplasticidad, alcanza su máximo nivel en la infancia y la adolescencia. Hasta hace poco, los científicos creían que este periodo de aprendizaje era finito.
Ahora descubrieron que algunas moléculas clave controlan los períodos abiertos y cerrados del desarrollo cerebral. El ácido Cheap MLB Jerseys valproico, un estabilizador del estado de ánimo que se usa comúnmente para tratar el trastorno bipolar, puede bloquear estas moléculas nfl jerseys cheap y permitir que el cerebro recupere algo de su plasticidad, informó The Times.
Estos hallazgos tienen implicaciones importantes en el tratamiento de muchos trastornos, ya que los adolescentes están simultáneamente en el apogeo de su plasticidad cerebral y de su vulnerabilidad a enfermedades mentales.
En estudios realizados en ratas, investigadores encontraron que algunas moléculas lograban revertir los efectos nocivos de las primeras experiencias de la vida. Puesto que el estrés prematuro es un fuerte factor hockey día jerseys de riesgo para muchas enfermedades psiquiátricas, los científicos esperan que estas terapias funcionen también en humanos, reportó The Times.
La búsqueda de la siguiente actividad mágica que alivie el estrés nunca termina. Hoy, sumergirse en un tanque de privación sensorial, donde los participantes se desconectan del mundo mientras flotan en la oscuridad de una piscina de agua salada, está de moda.
Richard A. Friedman, un psiquiatra, lo intentó. Cuando bajó la tapa y apagó la luz, él esperaba “que una profunda experiencia me inundara”. Al principio, no sintió nada, luego se dio cuenta de que no podía sentir su cuerpo, y parecía que ése era el punto de privar al cerebro de sensaciones físicas.
Pero cuando se le hundió la cabeza y le entró algo de agua salada en el ojo, el periodo de inconsciencia terminó y se sintió curioso al principio, nfl jerseys shop luego aburrido y finalmente molesto.
“En lugar de una excursión trascendente a una consciencia alterada, la privación sensorial destacó hilarantemente la primacía de mi cuerpo”, escribió Friedman.
“No somos sólo un cerebro en un frasco”, escribió. “También somos cuerpos, y lo que hacemos con esos cuerpos puede influir en el cerebro”.